LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
La sociedad del conocimiento hace referencia a la creciente capacidad tecnológica para almacenar cada vez más información y hacerla circular cada vez más rápidamente y con mayor capacidad de difusión. La sociedad del conocimiento se refiere a la apropiación crítica y selectiva de la información protagonizada por ciudadanos que saben como aprovechar la información.
CARACTERÍSTICAS:
1. Rompe jerarquías. Es líder y referente social quien sabe. Las personas con poder formal van a ser cuestionadas si no lo acompañan con demostraciones empíricas de que saben.
2. Dinamita la inteligencia única. Hay muchas inteligencias y todas ellas están en la base de trabajar con conocimiento.
3. Incita al consumo. En tanto que fluye provoca una necesidad permanente de adquirir. Sean tecnologías, libros, software, vídeos, entre otros.
4. Oscurece la conexión emocional. Al tiempo que se valora la inteligencia emocional, la sociedad cabalga desbocada por la ladera de la relación personal “light”.
5. Mercantiliza a la persona. Los valores y las miserias de la sociedad del consumo se trasladan directamente a los seres humanos. Somos empleables y vendibles para quienes contratan en función de nuestro conocimiento.
6. Fragmenta a la persona. Cuanto más sabemos más áreas de ignorancia descubrimos. Las piezas del rompecabezas tienden a infinito. Y en ese puzzle es fácil perderse y sucumbir ante la dimensión que adquiere. Vemos unos pocos árboles. Nos convertimos en fragmentos de fragmentos.
7. Conduce a la paradoja. Vamos hacia modelos incomprensibles a partir de la complejidad dinámica que encierra esta sociedad. Pequeños conocimientos pueden convertirse en llave de grandes transformaciones. Y al mismo tiempo, pozos de sabiduría quedan apartados en este mundo conquistado por la economía.
8. Diluye la identidad local. Los tabiques que separan la geografía política sucumben. El conocimiento fluye y genera un modelo de gestión líquido: la autarquía. Adiós a los extremos, adiós a la identidad fuerte.
9. Agobia: La sobreestimulación ala que nos vemos abocados va a generar patologías. Nada va a ser abarcable
10. Discrimina: Genera una brecha cada día más cruel: la que separa a quienes tienen acceso a la educación en su sentido más amplio y quienes no lo tienen. Puede generar más diferencias por el valor que se asigna al conocimiento
2. Dinamita la inteligencia única. Hay muchas inteligencias y todas ellas están en la base de trabajar con conocimiento.
3. Incita al consumo. En tanto que fluye provoca una necesidad permanente de adquirir. Sean tecnologías, libros, software, vídeos, entre otros.
4. Oscurece la conexión emocional. Al tiempo que se valora la inteligencia emocional, la sociedad cabalga desbocada por la ladera de la relación personal “light”.
5. Mercantiliza a la persona. Los valores y las miserias de la sociedad del consumo se trasladan directamente a los seres humanos. Somos empleables y vendibles para quienes contratan en función de nuestro conocimiento.
6. Fragmenta a la persona. Cuanto más sabemos más áreas de ignorancia descubrimos. Las piezas del rompecabezas tienden a infinito. Y en ese puzzle es fácil perderse y sucumbir ante la dimensión que adquiere. Vemos unos pocos árboles. Nos convertimos en fragmentos de fragmentos.
7. Conduce a la paradoja. Vamos hacia modelos incomprensibles a partir de la complejidad dinámica que encierra esta sociedad. Pequeños conocimientos pueden convertirse en llave de grandes transformaciones. Y al mismo tiempo, pozos de sabiduría quedan apartados en este mundo conquistado por la economía.
8. Diluye la identidad local. Los tabiques que separan la geografía política sucumben. El conocimiento fluye y genera un modelo de gestión líquido: la autarquía. Adiós a los extremos, adiós a la identidad fuerte.
9. Agobia: La sobreestimulación ala que nos vemos abocados va a generar patologías. Nada va a ser abarcable
10. Discrimina: Genera una brecha cada día más cruel: la que separa a quienes tienen acceso a la educación en su sentido más amplio y quienes no lo tienen. Puede generar más diferencias por el valor que se asigna al conocimiento